LA MECÁNICA DEL EQUILIBRIO DEL CABALLO

El Marqués de Bóveda de Limia era un ingeniero apasionado de los caballos que publicó una obra maestra en el año 1966 llamada «Mecánica de la Equitación», donde explica con sumo detalle y precisión cuáles son las palancas y fuerzas que determinan el movimiento del caballo.

Un libro diferente, de los que no ya no se encuentran. Y hoy, quiero compartir contigo uno de sus capítulos, dedicado a hablar del equilibrio del caballo.

El Marqués explica que, en el mundo de la equitación, hablamos de equilibrio cuando la gravedad y las reacciones del terreno (fuerzas externas) ayudan a equilibrar un movimiento voluntario del caballo. En otras palabras, toda la musculatura equina se reparte de manera proporcional el trabajo en base a la potencia y a la capacidad de contracción del individuo; dando como resultado un movimiento suave que destaca por la economía del esfuerzo.

Eso es el equilibrio: un movimiento suave que economiza al máximo las fuerzas para que se convierta en algo sencillo, de poco esfuerzo.

El mantenimiento de esas fuerzas, sumado al equilibrio sostenido en varios trancos dentro de un mismo aire, produce la cadencia. La cadencia es regularidad, es la repetición idéntica de movimientos a cada tranco.

Dice el Marqués, que si no existe el equilibrio en un caballo, la consecuencia será un reparto desigual del trabajo y movimientos diferentes e indeseados, cuya intensidad o dirección del caballo se alejan de la regularidad y de la economía del esfuerzo. Nuestro autor aclara que el desequilibrio puede ocurrir en algunos trancos sí y en otros no (o incluso dentro del mismo tranco).

Pero no siempre es culpa del caballo, porque el Marqués señala también los errores de la persona, quien puede ser el causante del desequilibrio del caballo. El no acompañar los movimientos del caballo en la proporción adecuada y con las ayudas precisas son los fallos típicos que describe en su libro. Aunque, quizás la más grave es la colocación del jinete pues, si éste va por delante del centro de gravedad del caballo, el animal no podrá repartir el trabajo equitativamente en las cuatro extremidades, cargando mucho más esfuerzo en sus extremidades anteriores y fatigándose antes.

El Marqués de Bóveda de Limia concluye el capítulo diciendo que la falta de equilibrio perturba los movimientos del caballo, su rendimiento y bienestar.

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