HIPERFLEXIÓN DEL CUELLO DEL CABALLO: METAANÁLISIS Y UNA REVISIÓN SISTEMÁTICA

Así es como se llama el nuevo y revelador artículo científico que salió el pasado mes de octubre de la mano del gran veterinario y etólogo Paul McGreevy (y colaboradores). 

Para quien no lo sepa, un metaanálisis es un método de investigación donde se agrupan y analizan múltiples estudios sobre un mismo tema para obtener conclusiones más sólidas sobre esa problemática. En el caso de McGreevy se revisaron 58 estudios relacionados con la hiperflexión del cuello del caballo. De esos estudios, que en un inicio eran más de 70, algunos estaban dedicados a los efectos sobre el rendimiento deportivo y otros a los efectos sobre el bienestar equino. Si en algo coincidían todos ellos es que montar a caballo con un posición de cabeza y cuello, donde la línea de la nariz está detrás de la vertical, es desde hace años una práctica común.

La hipótesis que se plantearon para realizar el metaanálisis fue que “cuanto mayores son los grados en que la línea de la nariz del caballo se posiciona detrás de la vertical, y cuanto más tiempo mantenga el caballo esta posición (superior a 10 min), más significativos serán los impactos negativos en bienestar y rendimiento, afectando particularmente a  vías respiratorias superiores y a la función musculoesquelética equina.” ¿Tendrían razón los autores? ¿Serían capaces de probar esta hipótesis?

El artículo, que es de extensa y densa lectura, comienza haciendo una introducción acerca de cuáles son las funciones de la cabeza y el cuello del caballo. Un tema sencillo, simple y hasta obvio, pero que no merece caer en el olvido. Así, el eje cabeza-cuello del caballo:

  • Facilita comportamientos relacionados con la ingesta y la nutrición.
  • Permite comportamientos exploratorios del entorno.
  • Es el medio por el que el animal expresa comportamientos sociales.
  • Forma parte del movimiento locomotor, especialmente del equilibrio y la coordinación. 

En la misma introducción también hacen una dura crítica hacia el aumento exponencial de la hiperflexión en las últimas décadas, especialmente en disciplinas ecuestres como la doma, el salto, el completo y el enganche. Afirman que estas posiciones artificiales son consecuencia directa de la presión que ejercen las riendas sobre la articulación atlanto-occipital en relación con las vértebras cervicales; pues en la naturaleza los caballos adoptan estas posturas en momentos puntuales y breves para rascarse el pecho, durante el juego o el cortejo. Por lo tanto, no están ni física ni mentalmente preparados que puedan mantener dichas posiciones durante varios minutos u horas.

Ilustración de Cristina Wilkins, cortesía de la International Society for Equitation Science (ISES). En la imagen, los autores nos ofrecen una guía visual del eje cabeza-cuello o HNP (Head Neck Position). 

(1a. “por delante de la vertical” / 1b. “en la vertical” / 1c. “por detrás de la vertical” / 1d. “invertido”).

La hiperflexión (también conocida como rollkur) sigue siendo común en nuestra sociedad y su erradicación avanza a pasos lentos. Erróneamente, muchos aficionados y profesionales creen que el rollkur es cuando el caballo toca su pecho con la nariz o los labios. Pero nada más lejos de la realidad. Según McGreevy y colaboradores, se considera rollkur toda técnica en la que el cuello del caballo se flexione dorsoventralmente varios grados. En otras palabras más sencillas: rollkur es cuando el perfil cráneo-facial se encuentra por detrás de la vertical, sin necesidad de llegar al extremo de tocarse el pecho (ver dibujos 1c). 

“Esta práctica se ha asociado con una mejor sumisión en los caballos y, como tal, puede dar a los jinetes más control sobre los equinos altamente reactivos. La sumisión es un constructo muy poco comprendido en el entrenamiento de caballos, como lo demuestra la variabilidad de las puntuaciones que históricamente ha atraído en la doma de élite.” 

Para entender la dificultad de eliminar la hiperflexión del ámbito ecuestre, los autores señalan las acciones y medidas que adoptó la Fédération Équestre Internationale (FEI) durante estos años. En 2006 la FEI organizó una reunión en la que se abordó las dificultades respiratorias y de visión que se habían reportado en algunos caballos sanos con los que se practicaba la hiperflexión. El informe que la FEI hizo a posteriori decía que no existía la suficiente evidencia científica y que, en manos profesionales y experimentadas durante eventos de alto nivel, era poco probable que el rollkur causara daños duraderos a los caballos; que como mucho podría causar incomodidad al animal. A raíz de eso,  la FEI creó un comité veterinario y un subcomité de bienestar para analizar qué investigaciones se necesitaban para profundizar más sobre la hiperflexión. Dos años después, en 2008, este subcomité de bienestar afirmó de manera contundente que la hiperflexión en cualquier deporte ecuestre era abuso mental hacia el caballo y, finalmente, el subcomité retiró su apoyo a la causa. Después de estas duras declaraciones, en vez de prohibir el rollkur, la FEI intentó sin éxito regular dicha práctica, cambiando el enfoque de la posición cabeza-cuello por detrás de la vertical. ¿Cómo lo hizo? En 2010 redefinió el concepto de rollkur como la flexión del cuello del caballo conseguida exclusivamente a través del uso de fuerza bruta. Instruyeron a comisarios para que intervinieran solo a aquellos binomios en los que la hiperflexión era extrema y prolongada durante más de 10 minutos o, en su defecto, conseguida a través de una equitación agresiva. Sí es cierto que en los últimos años se ha intentado hacer un lavado de cara y cambiar las reglas. Algunas autoridades de la competición han endurecido sus valoraciones e impuesto penalizaciones más severas a los caballos montados por detrás de la vertical en las competiciones, especialmente a aquellos que creaban polémica social. En contraposición, los estudios de este metaanálisis revelan que los castigos siguen sin aplicarse de manera consistente en los binomios de élite. El artículo también critica, por ejemplo, que los actuales manuales de comisarios de ciertas disciplinas ecuestres no contienen suficientes referencias (o ninguna) sobre la flexión nociva del cuello equino, cómo detectarla y qué medidas tomar al respecto.

Sobre la proporción de estudios que discuten en concreto el bienestar equino, las conclusiones fueron un poco variopintas. Hay estudios que afirman que el bienestar del caballo:

  • se ve afectado negativamente (es decir, es perjudicial el rollkur).
  • probablemente se pueda ver afectado negativamente (curiosamente las conclusiones de estos estudios no están completamente respaldadas por los propios datos de estos estudios).
  • no se ve afectado significativamente (es indiferente para el caballo).
  • se ve afectado positivamente (el rollkur es beneficioso). 

Si estas cuatro conclusiones sobre bienestar equino se agruparan en dos grupos (a favor o en contra del uso del rollkur), la proporción de estudios que están en contra (afecta negativamente + probablemente afecte negativamente) forman el 75% de los estudios totales. Mientras que el otro 25% de estudios serían los que concluyen que el rollkur no afecta al caballo o es beneficioso. El matiz y la diferencia es grande.

De los estudios que evaluaron específicamente el comportamiento en relación con la posición de la cabeza y el cuello, 13 de 14 estudios concluyeron que la frecuencia de comportamientos conflictivos reportados (como movimientos anormales de cola y cabeza) y las reacciones de sobresalto fueron significativamente mayores y más fuertes en los caballos montados por detrás de la vertical. ¿Esto indica que los caballos en hiperflexión se encuentran en un estado de mayor hipervigilancia cuando se montan así? La respuesta es afirmativa.

Sobre esos estudios que defienden los beneficios de poner a los caballos por detrás de la vertical y la mejora del rendimiento, defienden que los caballos consiguen marcas más altas, una disminución de la frecuencia cardíaca después del entrenamiento (en comparación con caballos de ocio) y un aumento del movimiento de flexión-extensión de algunas vértebras lumbares. Pero, si se observa la balanza desde el otro lado, ya solo unos pocos efectos negativos del rendimiento por montar de esta manera pesan el doble o el triple:

  • Disminución del diámetro faríngeo.
  • Estiramiento excesivo del ligamento nucal.
  • Alta presión a los lados de la bolsa nucal (prevalencia de bursitis).
  • Actividad alta e irregular del músculo brachiocephalicus.
  • Alteración del flujo sanguíneo en el cuello (según termografía).

McGreevy y colaboradores comentan que entre instituciones nacionales (como la federación alemana, australiana o la española) y la FEI se manifiestan notables inconsistencias, porque en las normas nacionales se suelen estipular explícita y reiteradamente que los caballos deben ir montados en la vertical o por delante de ella en todo momento. Pero, ¿qué pasa en cada país cuando esto no ocurre? ¿Se puede decir que en las pruebas nacionales se toman medidas para no potenciar estas prácticas? Por si fuera poco, desde enero de 2023 la FEI eliminó del libro de reglas aquellas secciones donde se describían las posturas y movimientos deseados. ¿Para qué? Para publicarlas separadas, solo como pautas deportivas. ¿Debe sorprendernos entonces que sea común ver posiciones de cabeza y cuello hiperflexionadas tanto en los entrenamientos como en las competiciones?

Las conclusiones definitivas del estudio fueron:

  1. Existen consecuencias negativas para el bienestar de los caballos que rinden en posiciones hiperflexionadas de cabeza y cuello.
  2. El 75% de los artículos revisados plantearon preocupaciones sobre el bienestar de los caballos que trabajan en esta postura.
  3. Las implicaciones de bienestar surgen independientemente de factores como el nivel de entrenamiento de doma de los caballos, la experiencia previa con la postura, la forma en que se logró la hiperflexión, la duración o el grado de hiperflexión.
  4. Una mayoría significativa de los estudios (65%) no lograron encontrar beneficios de entrenar caballos de esta manera.
  5. El coste asociado con el entrenamiento detrás de la vertical excede los beneficios potenciales de la actividad para los caballos. 
  6. Cuando se utilizan animales en deportes, nuestras responsabilidades éticas son extraordinarias. Y estas responsabilidades, junto con la sostenibilidad de dichos deportes, requieren una reevaluación continua de las prácticas comunes. 
  7. El metaanálisis actual es oportuno y debe reflejarse en las reglas que rigen los deportes ecuestres en conjunto con la educación de los jueces.

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