La aerofagia equina, más conocida como el vicio de cuadra de tragar aire, se define como una:
“Conducta repetitiva y obsesiva que consiste en que el caballo apoye los dientes incisivos superiores en una superficie rígida para aspirar aire por la boca.”
Es un error muy común centrarnos en evitar que el caballo trague aire. La aerofagia equina es un síntoma de algo mucho más importante y grave que hay de fondo. Tragar aire es solo la punta del iceberg. Para poder mejorar el problema, primero hay que entender e investigar cuál es su origen.
Al igual que otros vicios de cuadra (como el baile del oso, rascar la puerta, dar coces a las paredes, sacar la lengua, dar círculos sobre sí mismo, autolesionarse, etc.), el tragar aire es una estereotipia. Las estereotipias son actos que realiza un individuo en bucle, de manera repetitiva y automatizada. Estos movimientos expresan un trastorno psicológico, un malestar mental que desequilibra sus conductas normales. Las estereotipias (estos comportamientos obsesivos) se realizan de manera totalmente involuntaria, cuyo objetivo es proporcionar calma al individuo y disminuir sus niveles de estrés y ansiedad, liberando hormonas. Es su manera de evadirse del entorno. Físicamente están presentes, pero mentalmente han desaparecidos, como si de una droga se tratase. Las estereotipias son y se convierten en adicción. Por eso es muy difícil eliminar estas conductas, siendo un error intentar inhibir que el caballo realice estos gestos o actos: una adicción no se corrige prohibiendo el acceso a esa adicción (pues generará un efecto rebote de más necesidad y estrés por ansiedad).
Repito, hay que buscar el origen, y cambiar la pregunta de ¿Cómo puedo hacer que mi caballo deje de tragar aire? a empezar a pensar ¿Por qué mi caballo traga aire?
El objetivo no es que el caballo deje de tragar aire, pues muchas veces no se consigue que la conducta desaparezca por completo, sino que debemos enfocarnos en garantizar tal nivel máximo de bienestar equino, que el caballo cada vez tenga menos motivos y estímulos estresores que detonen la conducta estereotipada.
Por lo tanto, podemos afirmar que la gran mayoría de las estereotipias suelen tener el mismo origen: estrés.
«Pero, ¿por qué mi caballo va a estar estresado en la cuadra si está tranquilo y nadie lo molesta? Lo hace porque se aburre.«
A ver, por partes. Primero, el estrés no significa una ausencia de estímulos estresores externos, falta de ruido o algo por el estilo. El estrés viene cuando hay (o ha habido en el pasado) una falta de necesidades básicas como especie. Los vicios de cuadra nacen de donde su propio nombre indica, de la cuadra, de la estabulación del caballo. En otras palabras: de la humanización de su estilo de vida. Y segundo, en cuanto al aburrimiento, es cierto, el caballo se aburre. Y el aburrimiento puede generar estrés. Al caballo les estresa y le aburre el vivir encerrado y simplemente tener que aguantar el paso de las horas sin poder hacer nada. ¿Recuerdas lo mal que lo pasamos las personas en el confinamiento del COVID? Pues imagínate vivir 23h al día encerrado en una habitación del tamaño de la cuadra de tu caballo.
«Pero mi caballo tienen un montón de juguetes en la cuadra y no los usa. Se aburre porque quiere.«
Exacto, un caballo no es un perro o un gato que puedes distraerlo con juegos de caza o persecución. El caballo es un animal depredado y sus juegos y diversión se traducen en hacer carreras o contacto físico con otros individuos de su misma especie. Es por eso que los juguetes para caballos no suelen funcionar porque son un parche a un problema más profundo: falta de cumplimiento de las necesidades básicas como especie. Si, lo repito de nuevo y lo repetiré hasta la saciedad. Las estereotipias, aunque se pueden ver a ciertos caballos realizarlas incluso en el paddock, tienen 99% su origen en experiencias vividas en cuadra. ¿Por qué? Porque es muy difícil saciar las necesidades mínimas del caballo en condiciones de estabulación. Aquí te dejo un artículo donde te cuento cuáles son los errores más comunes a la hora de cuidar un caballo doméstico.