Hoy te quiero contar una anécdota con mi yegua Cissa, sobre cómo fue el proceso de encontrar la mejor cabezada sin embocadura para ella.
Primero de todo, recopilamos gracias a amigos y tiendas de equitación diferentes mecanismos de cabezadas bitless. Empezamos la sesión probándole un SIDE PULL (tipo cavesson), en segundo lugar un INDIAN BOSAL y luego una cabezada DOCTOR COOK (si no sabes de qué cabezadas bitless estoy hablando, haz un repaso pulsando aquí.) Y sorprendentemente, con estas 3 cabezadas la experiencia no fue nada positiva:
- No quería caminar.
- Hacer paso atrás sin que se lo pidieras.
- Cuando le pedías girar a la derecha, ella giraba a la izquierda (ir en contra de la orden) o directamente no giraba e ignoraba la presión.
- Acelerarse.
- Negarse a trotar o galopar.
- Gran dificultad para mantener el galope.
- Ponerse de manos.
- Expresión facial tensa.
- Biomecánica incorrecta.
- Sacudidas de cola.
- Musculatura tensa.

En cuanto la montamos con un HACKAMORE, con un sutil contacto, la yegua cambió, era otra.
Empezó a estirar el cuello y el dorso, a poder reunirse, a salir al galope a la voz, a girar solo con el movimiento de mi cintura, a parar a la voz desde galope, a equilibrarse, se motivó muchísimo y era capaz de utilizar su cuerpo como nunca lo había hecho. Estaba atenta y participativa, disfrutaba. Todos los allí presentes alucinamos con el cambio radical de actitud, porque el mal comportamiento que os comentaba más arriba por ponerle el INDIAN BOSAL y la DOCTOR COOK, habían sido 10 min antes de probar el HACKAMORE.
Todos estos comportamientos, a ojos ignorantes podrían haberse inhibido estas conductas a base de patadas o fustazos; mientras que a ojos críticos, podrían levantar sospecha de signos de dolor hacia la monta del jinete, la montura, dorso, etc. Por eso, antes de ponernos con la monta y las bitless, hubo una previa “puesta a punto” donde llamamos al dentista, al fisio y al saddle fitter, y descartamos cualquier tipo de dolor físico. Puesto que si no lo hacíamos, sería muy difícil saber el origen de sus comportamientos. También probamos a montarla con otras monturas, montarla a pelo y hasta con otra amazona… Pero no había mejoría. Y eso nos daba mucha información, aunque no nos dimos cuenta hasta que le probamos un mecanismo de bitless totalmente distinto (la cual yo había dejado para el final porque no tenía fe de que le gustara).
Pero, ¿por qué el HACKAMORE sí y las otras cabezadas no le gustaban a Cissa? Porque el mayor porcentaje de presión que ejerce el HACKAMORE es sobre el tabique nasal y si no tocas las riendas, la cara queda liberada. Por lo tanto, aunque parece ilógico darle más libertad de cara a un caballo que minutos antes estaba odiando ser montado, para Cissa fue la manera de poder estar en paz consigo misma y querer estar vinculada a quien llevaba encima. Posteriormente iniciamos su aprendizaje para intentar montarla sin cabezada, solo con collar, para respetar aún más su cara; pero volvamos al ¿por qué? ¿Por qué Cissa quería tener la cara más liberada?
Si profundizamos en su pasado, hace años le extirparon una muela rota. La ausencia actual de este diente le genera un desgaste desigual en su dentadura que modifica su patrón de masticación. Esto hace que los músculos de sus mofletes tengan una carga de trabajo diferente. Toda esa tensión generada por la dificultad de comer bien, se concentra en la ATM (Articulación Temporo-Mandibular), justo a los laterales de los ojos. Y quien me lea y controle un poco de biomecánica equina sabrá que una ATM bloqueada y con tensión significa bloqueos y tensiones en otras partes del cuerpo.
Por lo tanto, tiene todo el sentido del mundo que Cissa necesitara la cara libre para poder ordenar su cuerpo durante la monta.